Extienden la mano derecha extendida en señal de buena voluntad y de franqueza y calidez en el trato. El jefe blanco para su calidad de incorporeidad. Llevan la cara pintada de naranja para que puedan ser vistos por los humanos. En la mano izquierda cada uno de ellos lleva un don, siempre diferente, que caracteriza el serafín y lo hace único.
En los ambientes serafínicos es conocido como 'el ayudador'. Con su escalera helicoidal que desafía los límites de la materia, es capaz de llegar a los lugares más recónditos. En casos de rescates dificultosos como el de las cuevas de Tham Luang en Tailandia, donde las galerías se adentran por pasillos casi inaccesibles a los adultos, su escalera helicoidal es de una ayuda inestimable. Puede estar seguro que en casos de rescates exitosos como este, Graus Serafí estaba en la brecha.
Señor de la nube de tormenta y del rayo ensordecedor. En las tardes de verano cuando el calor es sofocante, suele aparecer con su nube azul y hace descargar una tormenta liberadora. Después, cuando se ha ido, una vez ha pasado el susto y la lluvia ya ha cesado, deja tras de sí un ambiente fresco perfumado por el aroma de la tierra mojada.
Es el más filósofo de todos ellos. Con su pose nos recuerda que la materia es una variante pesada de la energía, y que lo que a simple vista es sólido, observado en su más profunda intimidad no es sino un baile continuo de electrones alrededor de un distante núcleo atómico. Le gusta recordarnos que el mismo cuerpo es por sí mismo un verdadero receptáculo de energía del universo.
Roc es un Serafín de acción. Con el árbol que lleva bajo el brazo se planta allí donde sea necesario para repoblar los terrenos baldíos. Es tanta la pasión que pone en su propósito, que donde pone el pie, la hierba brota a su paso.No se detendrá hasta que la tierra vuelva a ser el vergel que todos los serafines, y bastantes humanos, anhelan.